Después de un verano de chanclas, camisas desabrochadas y looks relajados, septiembre llega como ese café doble que tu cuerpo necesita el lunes por la mañana: intenso, directo y sin adornos. Si has conseguido sobrevivir al calor con clase, estás listo para hacer de la vuelta a la rutina un ritual de reinicio. Créeme, tu estilo te lo va a agradecer.
Igual que ese primer día de colegio en el que estrenabas mochila y todo parecía posible, septiembre es el mes de los comienzos. Y el secreto está en darle un giro a tu armario con unos pequeños detalles que refrescarán tu presencian y te devolverán la motivación.
El poder de un accesorio bien elegido
Un armario masculino suele girar en torno a básicos infalibles como camisas blancas, americanas azul marino o pantalones chinos. Hasta aquí todo correcto. La pregunta es, ¿cómo evitar parecer un catálogo de fondo de armario?
Imagina un traje gris claro. El lunes lo llevas con una corbata lisa azul marino y zapatos negros. Seriedad y sobriedad para arrancar la semana. El jueves, ese mismo traje cobra un aire completamente distinto con una corbata de rayas diagonales en tonos verde y azul y mocasines marrones.
Este nuevo código nos confirma que un simple accesorio como un pañuelo blanco si es en lino puede aportar un aire fresco a una reunión de mañana, mientras que uno en seda estampada da un guiño sofisticado a tu americana en la próxima cena. Y no olvidemos las corbatas de punto: ideales para septiembre, porque aún respiran frescura, pero ya insinúan el cambio de estación.
Colores que acompañan al otoño
Septiembre es un mes de matices. La luz empieza a cambiar, los días se acortan y los tonos veraniegos dan paso a una paleta más suave y eso indudablemente se refleja en nuestra forma de vestir.
Un ejemplo sencillo es, por ejemplo, la combinación de unos pantalones beige de pinzas con una camisa azul celeste y una corbata verde oliva en tejido mate.
Otro posible recurso para esta temporada es jugar con los marrones claros y camel en chaquetas o cinturones, equilibrados con corbatas en tonos mostaza o burdeos.
Incluso los pequeños detalles, como el material de la corbata, ayudan a transmitir la transición. Mientras que en julio predomina la seda ligera en tonos vibrantes, septiembre pide texturas más consistentes, como la lana fría o el algodón satinado.
El inicio del año escolar como excusa
¿Quién dijo que septiembre era cuesta arriba? Los comienzos, al fin y al cabo, son momentos perfectos para reinventarse.
Y ya que estamos hablando de complementos, un detalle tan pequeño como el nudo de la corbata transforma la percepción de todo el conjunto:
- Recurre al clásico four-in-hand si tu intención es transmitir un aire más desenfado.
- Opta por el Windsor si quieres desplegar tu seguridad, perfecto para una reunión decisiva.
- El medio Windsor es equilibrio en estado puro: elegante sin caer en rigidez, ideal para entrevistas y presentaciones.
También es el momento de atreverse con estampados distintos, como los cuadros vichy en camisas combinados con corbatas lisas de tonos profundos o micro topos sobre un fondo sobrio que, vistos de cerca, revelan carácter.
Piensa en tu día a día; en esa primera reunión tras vacaciones, en un café improvisado con colegas o incluso el regreso al gimnasio después del trabajo. Cada uno de esos momentos puede llevar un sello distinto si introduces pequeñas variaciones en tu estilo.
Septiembre es tu pasarela a estrenar
Septiembre siempre huele a comienzo. A cuadernos en blanco, a cafés más largos, a proyectos que nacen. Y, entre tanto reencuentro y ajetreo, tu estilo puede ser ese recordatorio constante de que lo nuevo siempre tiene un atractivo especial.
Porque un caballero moderno no teme los cambios, los interpreta a su favor. Por eso, deja de ver el fin de las vacaciones como un obstáculo para empezar a visualizar un escenario en el que mostrar lo mejor de ti.
Y es que al final, como decía Balzac, “la elegancia es la ciencia de no llamar la atención, de quedarse en la memoria”.
Este septiembre, que tu estilo también se quede grabado con el valor de atreverse a algo distinto. Porque la vuelta puede ser dura, pero tu armario puede hacerla memorable.
