Estilo,  Inspiración

Eduardo VIII, duque de Windsor y referente del anudado de corbata perfecto

La moda masculina ha sido moldeada a lo largo de los siglos por iconos que han dejado una huella imborrable en la historia del estilo. Entre ellos, destaca Eduardo VIII, duque de Windsor, cuya influencia perdura a día de hoy. Y es que su elegancia innata y su impecable indumentaria lo convirtieron en un indiscutible modelo a seguir en el mundo de la moda masculina.  

Conocido por su personalidad carismática, original y, en ocasiones polémica, al aristócrata se le atribuye la popularización de la chaqueta de smoking con solapas redondas, los jerseys de lana gruesa Shetland o la mezcla de patrones y colores, considerados llamativos para su época. A pesar de ser visto con malos ojos por parte del resto de la Familia Real, su gusto por lo casual y ese aire de libertad que transmitía influyó a varias generaciones y traspasó fronteras.

Prestigio y clase del duque: el legado del dandismo del siglo XVIII

El duque de Windsor nació en una época en la que el dandismo, un movimiento cultural que celebraba la sofisticación y el refinamiento en la vestimenta masculina, estaba en su apogeo. Inspirado por esta corriente, Eduardo VIII cultivó una personalidad única capaz de combinar la tradición con la innovación, creando una serie de looks distintivos que lo catapultaron a la fama.

Desde su juventud, el duque demostró un interés particular por la sastrería y la confección de prendas a medida, buscando siempre la perfección en cada detalle de su atuendo. Su elegancia, caracterizada por trajes impecablemente cortados, camisas a medida y corbatas perfectamente anudadas, estableció un estándar de distinción que perdura en la actualidad.

Origen del anudado Windsor y cómo se realiza

Fue en el siglo XVIII cuando apareció la corbata en Inglaterra, de la mano del modisto inglés Lord George. El artesano diseñó el primer traje moderno de caballero con corbata y creó hasta 100 formas diferentes de anudarla, detalle al que los dandis del momento otorgaban especial importancia.

De hecho, tal y como reflejaron las palabras del propio Oscar Wilde: “Una corbata bien anudada es el primer paso serio de la vida”. Así, el dandismo, la superioridad por cuestiones de status o la erudición son rasgos que han ido vinculándose a este prenda a lo largo de la historia.

El anudado Windsor, también conocido como nudo Windsor completo, debe su nombre al protagonista de este artículo, ya que fue quien popularizó esta forma de atar las corbatas durante su reinado. Se caracteriza por su forma triangular y su volumen distintivo, que lo convierten en una opción ideal para trajes de cuello ancho y solapas anchas.

Si quieres realzar tu traje gracias a este reconocido anudado, procura seguir los siguientes pasos:

  1. Coloca la corbata alrededor de tu cuello, con el extremo ancho más largo que el extremo delgado.
  2. Cruza el extremo ancho sobre el extremo delgado.
  3. Pasa el extremo ancho por debajo del nudo y súbelo por el lado contrario.
  4. Lleva el extremo ancho sobre el nudo hacia la izquierda.
  5. Pasa el extremo ancho por debajo del nudo hacia la derecha.
  6. Lleva el extremo ancho hacia arriba y pásalo por la parte frontal del nudo.
  7. Ajusta el nudo deslizando suavemente hacia arriba mientras sostienes el extremo delgado.

Este proceso te garantiza un anudado impecable y simétrico que añadirá un toque de distinción a tu atuendo.

Cómo traer el estilo del duque a la actualidad

Aunque el duque de Windsor pertenece a otro siglo, su estilo sigue siendo relevante en la moda masculina contemporánea. Para trasladar su gracia atemporal a la actualidad, es importante prestar atención a los detalles y optar por prendas de calidad que reflejen su elegancia clásica.

Si buscas realzar tu figura y obtener un aspecto sofisticado, los trajes bien cortados y las camisas a medida serán tus mayores aliados. En cuanto a los complementos, opta por corbatas de seda de colores sólidos o estampados sutiles que combinen con tu atuendo sin competir con él. Y, como ya sabes, dominar el arte del anudado te ayudará a conseguir ese toque final de refinamiento.

De todos modos, canalizar el espíritu del duque de Windsor se fundamenta en buscar la practicidad y comodidad. Por ello, Eduardo VIII nunca renunció a sus chaquetas desestructuradas o a sus cazadoras sport. Tampoco dudó en lucir sombreros panamá en eventos predominados por los clásicos de fieltro. Y es que este caso nos demuestra que tanto la aristocracia del siglo XVIII, como los gentleman de los años 20 y las generaciones modernas comparten un punto común: la importancia de mantenerse fiel a su esencia.

Rate this post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies